Deporte de luto en Puerto Plata
>> 29 de agosto de 2018
Puerto Plata (Por: Manuel Frias): En
nuestra ciudad existen como en otras del país, actividades deportivas
profesionales y semiprofesionales que atraen al público local en sus
diferentes disciplinas.
Para la conocida Novia del Atlántico, estas
actividades han liberado al puertoplateño del estancamiento y del estrés
sociocultural que vive la ciudad; pero aun así, estos ciudadanos
amantes del deporte, se encuentran en el mismo lugar que han estado
tratando de escapar.
Con
3 franquicias profesionales en tres categorías deportivas élites del
país, Puerto Plata se encuentra en un círculo especial de ciudades en
nuestro país, como son Santo Domingo, Santiago, San Francisco, La Vega y
la Romana, las cuales poseen tres equipos o más profesionales
participando en las ligas de Béisbol, Fútbol y Baloncesto; y aunque la
Franquicia de béisbol en el norte del país no pertenece al Béisbol
de Invernal, dicha franquicia pertenece a una Liga Profesional de
Béisbol de Verano que se realiza cada año en el país, la cual le brinda
el mérito d profesional. Atlántico FC campeones de la LDF (Fútbol) en el
2017, Tiburones del Norte, campeones del 2015 (Béisbol de Verano) y
Huracanes del Atlántico (Baloncesto), conforman la trilogía de
franquicias que operan en la Tacita de Plata.
Para
Puerto Plata este 2018 ha sido un año para el olvido, teniendo fuera de
acción a los Huracanes, quienes no participaron esta temporada de la
Liga Nacional de Baloncesto por problemas estructurales en el Bajo Techo
de esta ciudad. Aunque el año pasado Atlántico FC se corono campeón, se
quedaron cortos en puntajes para clasificar a los playoff de la Liga
Dominicana de Fútbol y de la misma forma, los Tiburones solo quedaron a
un partido de ir al Round Robín de la Liga de Verano; lo cual deja a los
puertoplateños sin nada en que invertir su tiempo libre deportivamente
hablando.
Pero
no solo es el caso de no poder participar en playoffs que tienen en
común estos conjuntos (y a estos incluimos a los Huracanes, ya que si
hubieran participado, tendrían el chance de ir a los playoffs), también
está el detalle estructural de sus instalaciones deportivas.
El
Complejo Gregorio Luperón, que compone el Techado Fabio Rafael
González, el Campo de Futbol Leonel Placido y las áreas de Voleibol,
Boxeo y Artes Marciales, se encuentran en estado de emergencias;
principalmente el Bajo Techo, el cual posee una gran parte del mismo
corroído por las inclemencias del clima que brindan las zonas costeras
del país. Su estado ha impedido que la Asociación de Baloncesto local
realice sus actividades cotidianas, por el miedo a que un visitante ya
sea jugador o fanático salga herido por algún desprendimiento del
techado mismo.
A
diferencia de Baloncesto, el campo de fútbol se mantiene operando, pese
a que su terreno no está apto para jugar el nivel que posee la liga
actualmente. Tampoco poseen camerinos y oficinas para que los equipos
como Atlántico FC y sus rivales, puedan ducharse tras cada partido de la
liga; y para colmo, estos deben de dirigirse al bajo techo de
baloncesto a realizar esas actividades, los cuales están a expensas del
deterioro del ya mencionado techado y lo que les pueda ocurrir tras un
desprendimiento del mismo.
También
está el caso del Estadio de Béisbol José Briceño. Aunque no está en el
complejo Gregorio Luperón, el mismo se mantiene operando de igual forma
que el campo de fútbol, con deficiencias que abarcan desde no poseer
club house para el equipo de casa y mucho menos para el equipo
visitantes, que estén aptos para su uso. No poseen torres para la
iluminación de los partidos en horas nocturnas, tienen un techado
prácticamente volante y su terreno, que a pesar del acondicionamiento
que se le brinda, no está apto para el nivel de la Liga Invernal; lo
cual deja a los fanáticos a la expectativas del futuro del mismo y de la
oportunidad de entrar a la pelota de otoño.
A
raíz de estas deficiencias estructurales deportivas de nuestra ciudad y
a pesar del deseo por las tres directivas de seguir llevando al público
un producto seguro, atractivo, dinámico, barato y familiar, los mismos
se están viendo en la necesidad bajar sus costos operativos para
competir en sus respectivas ligas. Esto no es evitando participar sus
torneos de cada año; lo que ellos quieren evitar es un accidente que
pueda producirse por el nivel de daños estructurales ante sus jugadores y
fanáticos que se dan cita a cada fecha destinada para estos eventos.
Lo
cierto es que la Novia del Atlántico, pasó de ser de Novia a Viuda, por
el abandono y olvido de todas las instituciones deportivas relevantes
de esta ciudad, las cuales se han apartado de la unidad colectiva y la
lucha por el bien común y simplemente, se han enfocado en sus
actividades curriculares y personales.
Esperemos que en el futuro no muy distante, la unidad arrope a cada una de las instituciones deportivas locales y por qué no; a
cada puertoplateño mismo, para que de una vez y por todas, el sector
deportivo local se una en una sola voz en pos del desarrollo
deportivo puertoplateño. De lo contrario, seguiremos teniéndolo todo y a
la vez teniendo nada!
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