¿Y después de las alianzas qué?
>> 26 de noviembre de 2019
Por: Ramiro Francisco
Casi finaliza Noviembre y ya tenemos en el ambiente político partidista
dominicano, la firma de varias alianzas, coaliciones o pactos entre diferentes
fuerzas o partidos políticos opositores con miras a las elecciones generales
del 2020.
Lo mismo hace el partido oficial con otras fuerzas políticas,
que buscan mantenerse en el poder luego de las próximas elecciones.
Es decir, unos para llegar y quitar. Otros para quedarse.
Si bien es cierto, que son muchos los ciudadanos que a veces
no entienden las razones valederas o no de esas alianzas, y de manera
despectiva le ponen nombres de “macos y cacatas” entre otros muchos, tal vez
por lo inusual de esas alianzas entre partidos, con lineamientos e ideologías
muy diferentes.
Se nos ha explicado a la sociedad, que esas coaliciones son
coyunturales, con una sola meta de sacar al PLD del poder, en la que cada
partido continúa con su postura de siempre en relación a la corrupción e
impunidad.
Es como si hicieran eco de la frase aquella “juntos pero no
reburujaos”.
Se reconozca o no, se sabe del poder que tienen las alianzas.
De no ser así, no tuviéramos tantos partidos muchos sin reconocimiento de la
JCE, que solo sirven de apoyo y alfombra en las elecciones.
Otros partidos que en el pasado tenían enorme poder en las
masas, y en la actualidad son “hojas secas movidas por el viento” y por las
boronas económicas del Estado que les dejan caer aquellos a quienes sirven.
Desde el poder se decía y muchos repetían con ardor, que en
este país no había oposición. Esa matriz comunicacional insertada en los
diferentes medios de comunicación (bocinas le dicen), repetía sin cesar ese “verdad”.
Si no hay oposición, tal vez están en un juego de
entretenimiento las diferentes alianzas, pactos o coaliciones que se han dado a
conocer hasta ahora en los niveles municipal, congresional y presidencial.
Eso es cosa de niños. No le hagan caso a eso.
El altísimo nivel de inseguridad ciudadana, la creciente
debilidad y desgaste de nuestras instituciones, la incertidumbre y elevado
porcentaje de incredulidad en las mismas, las dudas que genera en la sociedad
informaciones sobre el manejo de nuestra economía, los préstamos y las deudas,
da lugar a que se piense en el llamado voto de castigo, voto bronca o de
rechazo.
Pero…¿Hasta dónde llegan las alianzas? ¿Solo para sacar al
PLD del poder…y ya? ¿Qué continuarán haciendo unidos por el bien de la sociedad
dominicana?
La sociedad necesita saberlo…si no es mucho pedir, más allá
de las alianzas.
Continuará…
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