!Qué grande!......Carta con Sabiduría a Luis Abinader
>> 9 de julio de 2020
Por José Luis Taveras.
El motivo de esta carta hace obvia su publicación. En ella trato de
recoger el sentir de los que votamos por el cambio. Antes de entrar en
detalles, te felicito, a ti y a Raquel, por aglutinar el deseo que se
impuso a pesar de los tenaces empeños para evitarlo.
Los
dominicanos expusieron su salud para votar. Varios lo hicieron por la
repulsión a un sistema que perdió coordenadas éticas. Recibes así la
delegación más alta para hacer una gestión que niegue a la que venciste.
Ahora aguardamos respuestas.
El gozo del triunfo no demorará en
evaporarse y la realidad, implacable, empezará a poner las cosas en su
justo lugar. Pronto te sentirás arrinconado por dos presiones en
conflicto: una crisis recesiva agobiante y las ingentes expectativas
sociales por el cambio. La sostenibilidad de tu gobierno dependerá de la
destreza para equilibrar esos factores en medio de una pandemia
rebrotada.
Como observador de los procesos me arrogo el derecho, aun no consentido,
de darte algunos consejos. Hay medidas simples que puedes adoptar;
otras son más estructurales y suponen reformas a marcos normativos e
institucionales. Respecto a estas últimas, las esbozaré en futuras
entregas, pero sobre las primeras te recomiendo algunas atenciones
puntuales:
a) Hacer un levantamiento de la Administración pública y reconocer
las instituciones mantenidas como entelequias burocráticas para
justificar nóminas políticas. Debes dejarlas sin nuevos titulares a la
espera de una auditoría de factibilidad operativa. Una vez realizada,
disponer, por decreto o ley, según el caso, su eliminación. Ese
ejercicio se ha realizado en el pasado, resultando prescindibles 32
instituciones infuncionales por falta de objetivos, superposición,
duplicidad o carga presupuestaria.
b) Ordenar que la publicidad
estatal se dirija exclusivamente a campañas de educación u orientación, y
no para imagen gubernamental, conforme a estándares equitativos de
colocación. Prohibir la publicidad en aquellas dependencias que por la
naturaleza de sus servicios no la precisen. La idea es desmontar el
siniestro engranaje de comunicación mercenaria que impuso el PLD. Sería
inexcusable que tu gobierno preserve ese aberrante modelo sustentado por
una red de periodistas, influencers, faranduleros y medios como
bocinas. La imagen de tu gobierno perderá respeto cuando la población
escuche o vea en esos medios el mismo caudal de publicidad estatal de
antes. No cedas a su chantaje.
c) Realizar auditorías forenses a
los procesos de licitación, ejecución, costos y cumplimiento de las
grandes obras del pasado Gobierno, en especial pero no exclusivamente a
la central termoeléctrica Punta Catalina.
Por otro lado, me
provoca un punto muy sensible. Se trata de las acciones judiciales
contra la corrupción de los pasados Gobiernos. Mi formación de jurista
me obliga a visiones más serenas e integrales. Lo digo porque uno de los
problemas de fondo que debilita la persecución judicial es la prisa
populista. No cedas. El mejor ejemplo de una mala investigación (débil,
selectiva e inconsistente) es la de Odebrecht; obvio, en ese caso hubo
esa intención política, pero, aun sin ella, cualquier investigación de
tal calado demanda una gestión instructiva compleja: con peritos,
cooperación técnica internacional, auditorias forenses y un equipo
multidisciplinario bajo una alta inteligencia de coordinación
estratégica. Ninguna investigación sobre delincuencia económica soporta
la instrucción ordinaria de la práctica vigente; se precisa de
inversiones en personal calificado, recursos y una logística a la altura
de la sofisticación de sus patrones operativos. La buena noticia es que
se tienen los mecanismos de cooperación internacional que facilitan las
convenciones de la ONU y la OEA sobre corrupción; hay que activar esos
resortes. La idea no es tener a gente presa y así agasajar el morbo de
quienes claman justicia. No. Es sustentar una acusación robusta que
logre condenas firmes y recupere bienes mal habidos.
Por lo
anterior, te aconsejo que no cojas presión con los nombres del
procurador. Antes de pensar en personas, debes considerar tus planes y
con base en ello definir el perfil adecuado. El asunto no es poner a una
persona por aclamación popular o fama moral. Tampoco se trata de un
certamen de popularidad en las redes sociales; lo idóneo es encontrar
una apta y que esté a la altura de una reforma como la que reclama un
Ministerio Público autónomo, funcional y vigoroso. Esa posición debe
ocuparla un o una gerente con visión moderna en gestión de equipo,
carrera ministerial, experiencia en políticas públicas, carácter frío y
mente estructurada, pero, insisto, ninguna persona con respeto propio
asumirá esa delegación con las condiciones actuales de operación.
Además, debes considerar que muchos de los despachos del Ministerio
Público seguirán ocupados por personas nombradas o promovidas en el
anterior Gobierno y su término no expira, en algunos casos, hasta los
próximos dos años.
Después de designar al procurador con esos
parámetros, te aconsejo crear un alto comisionado para la reforma del
Ministerio Público, como órgano colegiado integrado por tres personas y
el procurador general (no creo en los sanedrines de sabios) para que en
el plazo de los primeros cien días del Gobierno presente una propuesta
de reforma integral al Ministerio Público que sea colocada en el debate y
luego en la agenda legislativa. Con esta idea no pretendo agregar más
burocracia porque no es una entidad permanente; se trata de un equipo
ad-hoc con la misión de preparar las bases de la aludida reforma.
Lo
que recibes vendrá cargado de sorpresas, muchas desconcertantes. La
dimensión del desorden rebasará lo imaginable, frente a una población
expectante pero desconfiada. Debes obrar con firmeza sin reparar en los
intereses afectados. Se van con mucho dinero y poder. Por eso las
acciones a emprender deben ser robustas. Debes estar consciente que tan
pronto se inicien las investigaciones judiciales activarán urdimbres
para trastornar la ya debilitada economía, especialmente a través de la
desestabilización cambiaria.
Tendrás el respaldo de la sociedad,
pero recuerda que votamos por la honestidad; cualquier devaneo en ese
propósito se te cobrará con más réditos que a los pasados Gobiernos y no
todos los que te acompañan serán leales a ese alto interés. Tú lo
sabes. Por eso debes tener siempre listo el decreto de destitución sin
vacilaciones. Pon en Dios tus decisiones.
0 comentarios:
Publicar un comentario